sábado, 22 de enero de 2011

Celebración 4.0

Decidió que en su fiesta, una fiesta que empezaría en viernes y acabaría el sábado que ella considerase oportuno, no antes ni después, hombres y mujeres vestirían en chandal sin importar la forma ni el color. Tan solo pondría como condición, acompañar la prenda deportiva con una camiseta estilo imperio y deportivas con calcetines blanco nuclear; pues ella sabía bien que el blanco era el nuevo negro. En cuanto a los accesorios, quiso ser flexible. Estaba claro que lo ideal iban a ser todo tipo de cadenas, pulseras no me olvides y anillos de oro, pero consciente de que eran tiempos difíciles y de que muchos podrían haber vendido ya sus mejores alhajas, lo dejó en opcional. En cuanto al chandal, no había sido una elección al azar. Antes pensó en otras cosas: tal vez sombreros pomposos para las señoras y taparrabos para los caballeros. Incluso se le pasó por la cabeza vestirlos de animales domésticos o superhéroes homosexuales. Pero al final concluyó que por comodidad, pudor y precio, el chandal era la mejor opción. Otro tema a delinear, era todo lo relacionado con la bebida. En su fiesta no iba a haber ni agua ni zumos ni nada que tras dos tragos seguidos no provocara un cierto desequilibrio y ganas de hablar. Años de ensayos le habían confirmado que la gente sobria le parecía de lo más aburrida, y en un día como aquél era lo que menos le apetecía.

2 comentarios:

  1. A la próxima fiesta tendremos que acudir con nuestro chandal ;)

    Buen camino Jordina,me gusta tu narrativa con inventiva. Ya tienes a un seguidor más.

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Palabroflexia y otras verbalidades by Jordina Navarro Llop is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported License.