lunes, 21 de junio de 2010

Llámese madurar

De pequeña era algo contestona. La típica niña resabida pero con gracia. Mas crecí, y durante una época, sin perder la gracia, me convertí en idiota. Por suerte, la gente cambia.

Ojo electrónico

Nadie lo sabe pero desde hace tres semanas tengo un ojo electrónico. Me costó una fortuna pero estoy encantada. Cada vez que alguien se me acerca, mi nuevo ojo me ofrece un minucioso informe compuesto por tres estudios de mercado y un análisis DAFO. No falla.

(Des)ayuno

Me levanté una mañana en medio de un sueño extraño. En éste, una caja de cereales exhibicionista me mostraba su interior. Llevaba tacones de aguja y un batín satinado de color púrpura. 
 Mira, mira! me gritaba con voz sensual desde encima del armario. Sabrosos copos de maíz tostados al Sol. Cómeme, cómeme. y poco a poco, veía como se abalanzaba sobre mi, volcándome lentamente sus copos en la cara. 
En aquél momento me acordé de mi abuelo, quién siempre me había aconsejado empezar el día con un trozo de panceta bien frita.

Lo no dicho

Quedamos para cenar. Decidimos ir a un local nuevo cerca de su casa.
Lo que pasó allí, solo lo sé yo.

Mirada de gata

Aquel día Tita cogió a su gata Mariana y salió de casa dispuesta a sacrificarla. Estaba harta de que la amenazara con contar a su marido lo mucho que gritaba cuando la visitaba el vecino.

Prostitución digital

Tenía tres manos, así que puso dos en alquiler.

Alfabeto

Acto Bizarro, Colosal Desacato. El Funesto Gangueaba Hasta Irritar. Judío Kaiser. Los LLamados "Merecedores" Noqueaban Ñatas. Obediencia. Penitencia. ¿Quienes son, Torquemada? Ultrajante Veleidad. ¡What Xenófobos Y Zoquetes!

Aspirante a puré de zanahoria

Me estoy muriendo y lo sé. Me apartaron de mi hogar; me sacaron a estirones y junto a mí se llevaron a otras tantas. Me metieron en una caja, me manipularon, me expusieron, me vendieron, me compraron. Regatearon con mi vida, se plantearon mi existencia y, luego, me encerraron aquí. No estaba sola pero no conocía a nadie. Frío. Oscuridad. Luz. Oscuridad. Cada vez éramos menos. Frío. Oscuridad. Luz. Oscuridad. Otros llegaban. Sin embargo, yo sigo aquí, en mi esquina. Me han salido muchas manchas y, pese a que nadie dice nada, sé que apesto. Este nunca fue mi sueño.
 
Licencia de Creative Commons
Palabroflexia y otras verbalidades by Jordina Navarro Llop is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported License.