Dispuse la luz en un ángulo de 19 grados. Me senté a 19 centímetros de la mesa. Tomé 19 tazas de café que contenían 19 sorbos. Leí 19 consejos en 19 minutos y escribí 19 títulos compuestos por 19 letras. Utilicé 19 cucharillas de plata. 19 servilletas y un solo plato. Consumí 19 terrones de azúcar. Me levanté 19 veces y durante mis 19 visitas al baño, ojee 19 libros de recetas. Dibujé 19 rayas y pinté 19 jotas. Todo, mientras esperaba a mi inspiración, que había salido hacía 19 minutos a comprar 19 historias de 19 letras.
lunes, 9 de enero de 2012
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