Su look vagabundo chirriaba al lado de su coche.
—¡Por Dios, qué mezcla tan poco ecléctica! —pensaba la gente al verle pasar. Pero a él no le importaba, iba en busca de su princesa.
Ella le esperaba en el viejo motel, inspirando cada uno de sus sueños, lejos de la realidad.
—¡Por Dios, qué mezcla tan poco ecléctica! —pensaba la gente al verle pasar. Pero a él no le importaba, iba en busca de su princesa.
Ella le esperaba en el viejo motel, inspirando cada uno de sus sueños, lejos de la realidad.
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